De nuevo las lluvias hacían que me quedara en casa por la mañana. LLevaba cuatro días sin parar de llover y el terreno estaba muy blando.

Me decido a salir un rato por la tarde. Voy a dar la zona de la sierra ya que el terreno estará más duro y es fácil que los animales se metan en ella para resguardarse.

La temperatura es agradable y parece que no va a hacer mucho frío.

Comenzamos a caminar hacia la parte baja por la carretera para luego ir subiendo poco a poco por el monte. Desde la carretera veo un conejo en un rastrojo al pie del arroyo de zarzas y chaparros, muy tranquilo y sin percatarse de nuestra presencia... Me extraña que no nos haya oído y eso hace que piense que puede estar infectado.

Vamos bajando poco a poco y con pies de plomo para no provocarle la huida... Cuando estamos a escasos metros de él, me doy cuenta de que está enfermo y opto por no dispararle para que disfrute la perra cuando lo vea.

LLamo a Kira que estaba metida en el arroyo cuando de pronto el conejo desaparece!! La perra da rápido con el rastro hasta que me lleva a la boca de un vivar!! No lo he querido tirar por la perra y ahora resulta que ni la perra ni yo, nos quedamos con él... ¡¡Que fallo mas tonto!!

Con la cabeza dándome vueltas por la situación decidimos continuar por el arroyo... Kira se mete con ganas y lo remueve todo... Parece que no lleva rastro y tras unos minutos más dándolo, decidimos buscar en otras zonas.

Estamos ahora dando un montecillo de pasto muy pequeño que está rodeado por un rastrojo de trigo por la parte superior y el mismo arroyo de antes por la parte inferior.

Vamos llegando al final del montecillo... La perra sube hasta el filo del rastrojo y de pronto cae de muestra!! Subo corriendo hasta donde está ella y no veo absolutamente nada... Pasan unos segundos y veo como una cabeza se asoma en el barbecho... Pienso primero que puede ser una paloma pero no... Son dos perdices aplastadas a escasos metros de la perra y de mí!! Cuando se dan cuenta de que han sido localizadas... ¡¡PRRRRRRRR!!!¡¡PRRRRRRR!! Me encaro rápido pensando en el doblete... Me voy con la primera que fallo!! Tengo el amago de irme a por la otra pero me quedo con la misma y el segundo tiro tampoco quita pluma alguna... Las veo como se dirigen hacia la sierra planeando rápidas mientras yo me quedo en el sitio pensando en como he podido fallar esas perdices...

No lo pienso mucho y me voy en busca de ellas a la sierra... Se que va a ser difícil ya que en ella tienen mucha defensa, por eso tengo que ir rápido y no dejar que apeonen mucho.

LLegamos al sitio y la perra no se calienta... No se exactamente donde han caído pero no tienen que andar muy lejos... Kira lo pisa todo y no da señales de rastro.

Seguimos hacia arriba por una pista de tierra muy suelta donde se puede ver el rastro de los conejos... Subimos bastantes metros y las piernas empiezan a pesar un poco... Me olvido un poco de las perdices y pienso que puede haber algún conejo por allí cerca y me coloco para su salida.

Kira se calienta mucho en una zona de la sierra... Yo espero paciente en la pista que sube por si el conejo sale al claro... La perra se calienta mucho más y la pierdo de vista en la selva de chaparros.

Pasan unos minutos y no se nada de la perra... No quiero llamarla por si está liada con algún conejo... De pronto se rompe el silencio del monte con el sonido de un bando de perdices que se levanta bastante largo en la parte de arriba de la sierra... Al parecer el caliente de la perra era del bando, pero como no hay apenas visibilidad no sabía que la perra había subido detrás de ellas...

Decido que ya hemos subido demasiado y bajamos hasta el coche para cambiar de zona e intentar hacernos con alguna pieza.

LLegamos al famoso montecillo que tanto me gusta... Tiene retamas pequeñitas y mucho tomillo junto con una zona fuerte de chaparros... Una zona muy bonita de cazarla.

Empezamos algo tarde... El sol esta dando sus últimos rayos de luz mientras nosotros andamos pacientes en busca de algún conejo o de alguna patirroja, pero andamos varias veces el montecillo sin éxito y nos vamos hacia el coche para dar por acabada la jornada de hoy.

Ha sido una tarde bonita aunque me llevo dentro por mucho tiempo el fallo a esas dos perdices que mostró la perra.